[º] Sobre Fotografia Estenopeica_



Llamamos Fotografía Estenopeica a la fotografía que se realiza con cámaras que en vez de lente óptico u obietivo poseen una finísima perforación conocida como "estenopo" el que permite el ingreso  selectivo  de  la  luz  y  la  consiguiente activación de un soporte fotosensible.
Fabricadas en cartón, en madera o adaptando por  ejemplo un  simple  tarro  de  café, la cámara  estenopeica   es  un artilugio notable que permite fotografiar el  mundo  de una manera muy particular e impredecible que  le  otorga a  la imagen un sello visual propio e irrepetible mediado por su extraña y vertiginosa pupila.

Si  bien la  Fotografía Estenopeica  encarna con  profunda sencillez los principios físicos del  arte de la luz, no  puede ser sólo  entendida  como  un rudimento  precursor  de  la fotografía contemporánea. Su significancia guarda  relación con una visión artística del medio  y  con  una  cierta idea de resistencia ante la estandarización tecnológica y la sobresaturación de la imagen.  En efecto, la fotografía estenopeica implica  subvertir la automatización  e  instantaneidad del gesto fotográfico actual.

Durante muchos siglos, desde la antigüedad y hasta  el día de hoy, la  cámara oscura y  el  estenopo, que  conforman cualquier estenocamara, han  sido  utilizados por infinidad de científicos  para estudiar la teoría de ondas luminosas y los fenómenos producidos por la difracción de los rayos  de luz.
Los primeros escritos que hacen referencia a la cámara oscura y al estenopo como herramientas para observación de la luz y su fenomenología, son tan antiguas como las de los  filósofos  Mo Ti   (479-381ac)  en  China   y   Aristóteles (384-322ac)  en Grecia.
Textos como el “Tesoro Óptico”  publicado alrededor de 1020 dc, por el especialista en óptica lbn al-Haitham (Alhazen, 965- 1039dc) se transformó en fuente de inspiración para muchos científicos posteriores, quienes utilizaron la cámara oscura para estudiar los rayos de luz, su trayectoria y diversos fenómenos asociados a ella.  
Para  artistas  como  Leonardo,  Durero  y  Vermeer,   por  citar algunos, la  cámara oscura  y  el estenopo resultaron gravitantes en sus prácticas y  también  como  objetos de  estudio.
Cuando se incorporó un  lente a la cámara  oscura  para hacerla más luminosa y  portátil, el  uso del  estenopo  cayó en desuso entre los pintores y la cámaraoscura-estenopeica casi desapareció de  la historia del arte entre  1650   y  1850, pero la invención de la fotografía la rescató del olvido.


A finales de la década de 1880, el impresionismo influenció a los fotógrafos artísticos más osados. Se comenzó a dudar por primera vez de la superioridad de la imagen enfocada y se empezó a experimentar, entre otras cosas con el método estenopeico, creándose cierto  enfrentamiento  intelectual: por un lado, la vieja escuela  que creía en  el  foco  preciso obtenido con el mejor lente y por otro, la nueva escuela  admirando las posibilidades  de  la  imagen   estenopeica   para crear "atmósferas", hasta  entonces  vistas  como  defectos.  Esta nueva escuela  generó un estilo que luego fue  conocido como Pictoralismo.

En 1960, con el cuestionamiento del  arte en general  surgido como secuela de las vanguardias del siglo XX y de la aparición del arte conceptual, la fotografía estenopeica comienza a perfilarse nuevamente como una herramienta para  contrarrestar la  hegemonía  del  punto de vista,  de  la velocidad   y  de   la definición de la imagen, (el momento kodak), impuestos como valores supremos por el mercado fotográfico.
En el siglo XXI, la fotografía cobra un nuevo y masivo impulso comercial a  través de  la tecnología digital y  la red.   La  búsqueda de alternativas a  las  imposiciones cada vez más  dramáticas y globalizadas de la fotoindustria y sus  derivas  institucionales  abren otra vez espacio  al  disentir estenopeico, que transforman a esta técnica en una  herramienta para la investigación de nuevas propuestas formales y filosóficas alrededor  de la imagen. Los propósitos planteados por sus  artífices hace más de  dos siglos, a saber:  producir  imágenes imprecisas, turbias, “lentas”,  sugerentes,  misteriosas,  sin  la  precisión, velocidad y rango dinámico de los sistemas ópticos modernos, recobra vigencia y pertinencia.

Al   formular  este proyecto busqué establecer una línea de continuidad con experiencias pinholeras anteriores, particularmente con “Suite  Estenopeica”,  una investigación desarrollada en 2010 desde el ámbito de las artes visuales, en la que exploré factores como el tiempo, la deriva,  la geometría de las cámaras, variaciones  sobre el/los estenopos,  las fallas -y fracturas- de la ley de reciprocidad y consideraciones sobre lo visible e invisible desde el estenograma.  De allí  provienen varios pies forzados utilizados en WallmapuEstenopeico: como el uso de estenocámaras de exposición prolongada a fin de fijar solamente aquello que permance pausado o "aparentemente quieto" y también para registrar movimientos y fluctuaciones de luz&sombra por efecto de la rotación planetaria y las nubes;  buscar la presencia de personas para dar cuenta de  la  temporalidad  y la (in)ubicuidad del devenir humano; descartar el uso del  trípode  para forzar la interacción  directa con  el  espacio  en  busca  del encuadre;  la  valoración del  error como huella  del "operator"; el positivado digital; etc, son elementos claves que se actualizan aquí y ahora.

Hoy como ayer, hablar de fotografía estenopeica es referirse a un desborde procesual que puede entenderse como una conquista (neo)perceptiva ante el realismo y los seteos neurotecnológicos que se nos imponen;  un   mecanismo  elusivo  del   que  emerge   lo   artístico como una contrarrespuesta llena  de coordenadas  estéticas  y  atmósferas  simbólicas que buscan -particularmente aquí- resignificar el acto fotográfico, descolonizar la mirada y contribuir a desmontar hegemonías visuales que forman parte del expediente (neo)extractivista de la fotografia regional.


Wallmapu, 
otoño, 2019.







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